Este fin de semana mis amigas y yo decidimos ir al cine, y nos llamó mucho la atención Pompeya, que hace unos años lo dimos en clase de historia.
Bien conocido por la saga resident evil, alien vs predator y posteriormente con los mosqueteros, Paul W.S. Anderson se ha convertido en cierto referente de la ficción controlada en donde sus películas destacan en lo visual , pero que deja en lo tópico todos lo demás, y Pompeya, no iba a ser a excepción .
Pompeya arranca bien, poniéndonos en situación rápidamente, con unos planos bastante buenos, una ambientación correcta y una recreación bastante aceptable , empieza arrasando un pueblo celta, el niño contempla como matan a su madre delante de sus ojos y a su padre. Este niño es el protagonista de la peli, que es convertido en gladiador que según avanza nos enseña que su punto fuerte será la parte técnica, como es normal en este tipo de películas, con unas secuencias visuales entretenidas, con una fotografía, también bastante acertada y con un desarrollo de los hechos, entretenido que hace que la cinta no se vuelva lente en ningún momento y que según pasan los minutos, todo se agrava mas y mas, hasta desembocar en un espectáculo visual que hace que valga la pena su visualización. Es lo que más me ha gustado de la película , aparte de esa historia de amor muy semejante a la de TITANIC, pero tan diferente a ella.
Por contra, lo primero que hace que la historia nunca cuaje es el estereotipo de su personaje principal, que provoca desde su primera aparición se sepa como va a avanzar en la historia no logrando en ningún momento establecer ningún tipo de vínculo con el espectador, ya que lo tópico de su personaje hace que toda la película queda empequeñecida, y si a esto le sumamos la historia de chico conoce a chica y todo lo que ello conlleva la película, su argumento y todo en lo que se tiene que sostener, se vaya derrumbando hasta darnos con un final con la etiqueta de americanada .
Me esperaba otra cosa, pero no ha estado mal.
Pompeya arranca bien, poniéndonos en situación rápidamente, con unos planos bastante buenos, una ambientación correcta y una recreación bastante aceptable , empieza arrasando un pueblo celta, el niño contempla como matan a su madre delante de sus ojos y a su padre. Este niño es el protagonista de la peli, que es convertido en gladiador que según avanza nos enseña que su punto fuerte será la parte técnica, como es normal en este tipo de películas, con unas secuencias visuales entretenidas, con una fotografía, también bastante acertada y con un desarrollo de los hechos, entretenido que hace que la cinta no se vuelva lente en ningún momento y que según pasan los minutos, todo se agrava mas y mas, hasta desembocar en un espectáculo visual que hace que valga la pena su visualización. Es lo que más me ha gustado de la película , aparte de esa historia de amor muy semejante a la de TITANIC, pero tan diferente a ella.
Por contra, lo primero que hace que la historia nunca cuaje es el estereotipo de su personaje principal, que provoca desde su primera aparición se sepa como va a avanzar en la historia no logrando en ningún momento establecer ningún tipo de vínculo con el espectador, ya que lo tópico de su personaje hace que toda la película queda empequeñecida, y si a esto le sumamos la historia de chico conoce a chica y todo lo que ello conlleva la película, su argumento y todo en lo que se tiene que sostener, se vaya derrumbando hasta darnos con un final con la etiqueta de americanada .
Me esperaba otra cosa, pero no ha estado mal.
Al principio y al final de la película lo adorna con la imágenes de las personas que quedan cubiertas de cenizas y el beso final de los protagonistas. !Qué bonito¡
UN SALUDOO..
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